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1/6/10

María Auxiliadora en la Familia Salesiana

Muchas veces y de modo admirable, a lo largo de la historia, el pueblo cristiano ha experimentado la protección de la Virgen María. El título de Auxiliadora de los Cristianos, que San Juan Bosco asocia al de Madre de la Iglesia, indica la intervención especial, de María en las pruebas más difíciles de la vida de cada persona, de la Iglesia, y de todo el género humano.

San Juan Bosco vio, en la invocación Auxiliadora de los Cristianos, una síntesis admirable del misterio de la Santísima Virgen en el plano de la salvación que se realiza en la Iglesia, hasta el punto de escribir: “una experiencia de dieciocho siglos nos demuestra de modo luminosisimo que María ha continuado, desde el cielo, y con el mejor de los resultados, la misión de Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los Cristianos que había comenzado en la tierra”.

La devoción a María Auxiliadora, muy difundida por San Juan Bosco, sigue propagándose en el mundo gracias a la Familia Salesiana, que la reconoce e invoca como Auxiliadora de los Cristianos y la venera como su patrona principal. Siendo fiel al espíritu y misión de su fundador, la Familia Salesiana se deja guiar y sostener por la presencia materna de la Virgen, para llegar a una entrega cada vez más plena al Señor, y ser testimonio del amor de Dios a los jóvenes.

Su celebración litúrgica fue instituida por el Papa Pío VII para agradecer a la Santísima Virgen su intervención en el período difícil de la historia de la Iglesia. Alejado violentamente de Roma y prisionero durante cinco años, el Pontífice imploró el auxilio de María, e invitó a los cristianos a dirigirse a ella. Contra toda previsión humana, Pio VII se vio libre y pudo volver a su sede natural, el 24 de mayo de 1814.

El sueño de Don Bosco:

Por aquella época, en los primeros años de su vida, Don Bosco tuvo un sueño singular, que lo marcaría para toda su acción como sacerdote. Tan sólo con nueve años, le pareció verse rodeado de un grupo numeroso de muchachos que jugaban, reían, gritaban, pero también se golpeaban e insultaban a Dios. Queriendo detener sus malas acciones, Don Bosco se lanza hacia ellos con gritos y golpes. Pero queda sorprendido cuando en ese entonces se le aparece una persona venerable y de aspecto varonil que le dice: “A estos amigos tuyos no los vas a ganar con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad”. Pero confundido sobre aquello que se le pide, el niño Juanito interroga a este personaje acerca de cómo podrá lograr su cometido. Éste, le responde: “Yo te daré la Maestra”. En ese mismo instante nos narra Don Bosco como fue su encuentro con María:

“En aquel momento vi a una Señora de aspecto Majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera una estrella brillante. Viéndome cada vez más desconcertado en mis preguntas y respuestas, me indicó que me acercase a Ella, y tomándome bondadosamente de la mano me mostró a los muchachos y me dijo: Este es el campo en el que debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto…”.

Este fue el primer hecho que marcó el camino vocacional de Don Bosco, el cual fue señalado por la Virgen María.

Algunas preguntas para reflexionar…

· En nuestra casa, nuestra familia ¿Acudimos frecuentemente al Auxilio de María?

· ¿En las situaciones difíciles o en los momentos de la vida cotidiana, sentimos su cuidado maternal?

· ¿Sabía acerca de la cercanía de María al mundo juvenil por medio de la misión que le encomendó a Don Bosco?

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